El escándalo del supuesto espionaje de EEUU a varios líderes de la Unión
Europea (UE) ha trastocado las relaciones transatlánticas y generado
una crisis de confianza justo cuando ambos socios negocian un ambicioso
acuerdo comercial y de inversiones.
De momento el Parlamento Europeo (PE) anunció ayer que nueve
eurodiputados de la Comisión de Libertades Civiles estarán el lunes en
Washington para recoger información sobre el supuesto espionaje
electrónico masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados
Unidos a ciudadanos europeos.
El primer impacto de este escándalo, que ha ido creciendo desde que se
desveló en junio pasado, se ha hecho notar en términos de confianza
erosionada, ya que los líderes de los Veintiocho consideran que son
"prácticas inaceptables" que "no pueden volver a repetirse" de parte de
un socio y aliado como es Estados Unidos.
En ese sentido, el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, consideró
que además de inaceptables, pueden "crear problemas que no existen" y
"hacer sentir la presión inútilmente".
Esta semana se ha conocido que agentes de la NSA estadounidense
"pincharon" uno de los teléfonos móviles de la canciller de Alemania,
Angela Merkel, y que esa misma agencia monitoreó millones de llamadas de
teléfono en Francia.
Según el diario británico The Guardian, Merkel no ha sido la única líder
cuyas llamadas han sido escuchadas, pues lo mismo le habría sucedido a
otros 35 mandatarios en todo el mundo.
Las reacciones de los líderes europeos han registrado diferentes grados
de indignación, desde los muy molestos Francia y Alemania a la más suave
de algunos nórdicos o la británica, más mitigada.
Francia y Alemania lograron que en las conclusiones de la cumbre de
otoño de la UE se incluyera hoy un anexo en el que expresan su
preocupación y subrayan que los servicios de inteligencia son "vitales
en la lucha contra el terrorismo", pero también que "una falta de
confianza podría perjudicar la necesaria cooperación en el ámbito de la
inteligencia".
Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, defendió el
trabajo de los servicios de inteligencia en general y los de su país en
particular, y afirmó que las revelaciones del extécnico de la CIA Edward
Snowden sobre el supuesto espionaje estadounidense "hacen el mundo más
peligroso"·
"Lo que Snowden ha hecho efectivamente y lo que algunos periódicos le
ayudan a hacer, es convertir en mucho más difícil la protección de
nuestros países y de nuestra población", subrayó.
Por su parte, el Gobierno español ha citado para el próximo lunes en el
Ministerio de Asuntos Exteriores al nuevo embajador de EEUU en España,
James Costos, para recabar información sobre un supuesto espionaje de
Estados Unidos a España.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, informó de esta
decisión hoy al final de la cumbre de líderes de la UE celebrada en
Bruselas y explicó que hasta que no cuente con toda la información no
tiene previsto adoptar ninguna medida, ya que no sabe si pueden ser
ciertas o no las informaciones sobre el supuesto espionaje a España.
Para el director del instituto de estudios Carnegie en Bruselas, Jan
Techau, "el mayor riesgo es el deterioro de la confianza pública" entre
EEUU y Europa, aunque también señaló que "en realidad nadie está
sorprendido por lo que ha pasado".
"Tampoco va a afectar a la cooperación, pero sí existe el riesgo de que
Estados Unidos que ya goza de una dañada reputación pierda más
credibilidad y debilite su poder", dijo a Efe el experto, que no
descartó que esto "pudiera animar a algunos políticos a jugar con las
cartas del antiamericanismo, lo que sí haría daño real a la relación".
Según Techau, Francia y Alemania han pedido a EEUU "un acuerdo formal de
no espionaje, pero eso no tiene valor legalmente y no evitará que
Estados Unidos haga lo que cree que necesita hacer".
Otros expertos como Romain Pardo, del European Policy Centre de
Bruselas, señaló que quizás ambas partes podrían intentar solucionar su
brecha de confianza con una cumbre, al tiempo que apuntó a que lo nuevo
de unas prácticas que "forman parte del juego" es que se sepa que ahora
"se han hecho a los líderes".
"La respuesta europea inteligente sería mantener la calma e invertir en
mejor tecnología y personal de inteligencia para proteger su información
y hacer ellos mismos un mejor espionaje", consideró Techau.
Los líderes europeos han intentado mantener al margen de la crisis las
negociaciones con Washington de cara a lograr un futuro acuerdo de libre
comercio e inversiones (TTIP), que creará la mayor zona de libre
comercio del mundo y que busca impulsar el crecimiento de sus economías y
crear empleos.
"Los europeos no deberían de suspender las negociaciones del TTIP", dijo
a Efe el director del Carnegie en Bruselas, sobre una idea avanzada por
algunos eurodiputados y que para el experto es una "insensatez".
"Los europeos necesitan más el TTIP que los estadounidenses y son cosas
que no están relacionadas. Esto es resarcimiento moral sin valor
político. ¿Alguien se puede creer que Estados Unidos va a dejar de
espiar porque se suspendan esas negociaciones?", preguntó.
Pardo, por su parte, se mostró igualmente contrario a que esas
negociaciones se suspendan, al tiempo que recordó que el cierre de la
Administración estadounidense "las ha parado de facto y ahora están
suspendidas por un periodo de tiempo limitado".
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