WASHINGTON. El olor de las mujeres cuando están estresadas afecta a la forma en que otras personas juzgan su competencia y confiabilidad, según un estudio sin precedentes que difunde hoy Public Library of Sciences.
El estudio, el primero de su tipo, lo realizó Monell Chemical Senses Center para la firma Procter & Gamble Beauty, fabricante de una línea de desodorantes, y confirma la opinión común de que el olor personal altera significativamente los juicios sociales.
Según el artículo, los olores corporales envían mensajes sobre la conexión genética, la condición sexual y la salud en general pero también los producidos por los individuos en estados emocionales específicos afectan los estados neurales y de comportamiento de quienes los perciben, sean o no conscientes de dónde procede el olor.
"El sudor inducido por el estrés, el que huele peor entre las varias causas de la transpiración, puede ocurrir inesperadamente en cualquier momento del día y a menudo inicia un círculo vicioso", indicó Susan Biehle Hulette, científica de P&G. "Hay tres causas del sudor: el ejercicio físico, el calor ambiental y el estrés".
"El sudor causado por la actividad física (o estrés térmico interno), y el calor ambiental (estrés térmico externo) resulta de secreciones de las glándulas sudoríparas ecrinas, en tanto que el causado por el estrés lo producen las glándulas ecrinas y apocrinas", explicó.
"Cuando éste último se mezcla con las bacterias en la piel el resultado es un mal olor característico", añadió.
Los investigadores tomaron muestras de cuarenta y cuatro mujeres que proveyeron tomas de sudor de la axila, incluidas muestras de sudor por ejercicio, y sudor por estrés no tratado, y tratado con un desodorante.
Una vez que se completó la toma de muestras y las participantes respondieron cuestionarios, se presentaron las muestras a 120 evaluadores, hombres y mujeres, que observaron vídeos de las mujeres durante actividades cotidianas (en la oficina, en el hogar, en el cuidado de niños) para evaluar cuán estresadas parecían las mujeres.
Todos los evaluadores, según el artículo, calificaron a las mujeres con sudor de estés tratado como mucho más seguras de sí mismas, dignas de confianza y competentes.
Por su lado tanto los hombres como las mujeres calificaron como "estresadas" a las mujeres con sudor por estrés no tratado con desodorante.
El estudio, el primero de su tipo, lo realizó Monell Chemical Senses Center para la firma Procter & Gamble Beauty, fabricante de una línea de desodorantes, y confirma la opinión común de que el olor personal altera significativamente los juicios sociales.
Según el artículo, los olores corporales envían mensajes sobre la conexión genética, la condición sexual y la salud en general pero también los producidos por los individuos en estados emocionales específicos afectan los estados neurales y de comportamiento de quienes los perciben, sean o no conscientes de dónde procede el olor.
"El sudor inducido por el estrés, el que huele peor entre las varias causas de la transpiración, puede ocurrir inesperadamente en cualquier momento del día y a menudo inicia un círculo vicioso", indicó Susan Biehle Hulette, científica de P&G. "Hay tres causas del sudor: el ejercicio físico, el calor ambiental y el estrés".
"El sudor causado por la actividad física (o estrés térmico interno), y el calor ambiental (estrés térmico externo) resulta de secreciones de las glándulas sudoríparas ecrinas, en tanto que el causado por el estrés lo producen las glándulas ecrinas y apocrinas", explicó.
"Cuando éste último se mezcla con las bacterias en la piel el resultado es un mal olor característico", añadió.
Los investigadores tomaron muestras de cuarenta y cuatro mujeres que proveyeron tomas de sudor de la axila, incluidas muestras de sudor por ejercicio, y sudor por estrés no tratado, y tratado con un desodorante.
Una vez que se completó la toma de muestras y las participantes respondieron cuestionarios, se presentaron las muestras a 120 evaluadores, hombres y mujeres, que observaron vídeos de las mujeres durante actividades cotidianas (en la oficina, en el hogar, en el cuidado de niños) para evaluar cuán estresadas parecían las mujeres.
Todos los evaluadores, según el artículo, calificaron a las mujeres con sudor de estés tratado como mucho más seguras de sí mismas, dignas de confianza y competentes.
Por su lado tanto los hombres como las mujeres calificaron como "estresadas" a las mujeres con sudor por estrés no tratado con desodorante.
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